Los anestésicos tópicos son útiles cuando tenemos que realizar una actuación quiropodológica que, en condicones normales, no requiere ningún tipo de anestesia, pero en pacientes con hipersensibilidad puede ser molesta e incluso dolorosa.
Existen varias presentaciones y con distintos principios activos, pero en este caso nos centramos en la crema EMLA (Eutetic Mixture of Local Anesthetic).
La crema EMLA es un preparado que contiene dos anestésicos del tipo amida: lidocaína y prilocaína. Cuando se mezclan éstas en su forma de base y en partes iguales, el punto de fusión desciende hasta alrededor de 18º C y se forma un aceite. La emulsión de este aceite en agua da lugar a partículas de elevado contenido en anestésico en forma de base (80%), y alto contenido en agua. La mayor concentración de base activa conlleva un analgesia más efectiva con menores efectos secundarios, y la alta concentración de agua facilita la penetración a través de la piel.
Utilización clínica
Se aplica sobre la zona cutánea seleccionada, cubriéndose posteriormente con un apósito oclusivo que se mantendrá un tiempo variable según la superficie y el tipo de piel. Al retirar el apósito puede observarse palidez, edema o eritema, efectos locales del anestésico local sobre el sistema vascular periférico y no efectos adversos.
Posología
La eficacia analgésica se incrementa a medida que aumenta el volumen de crema. En general, las dosis recomendadas son de 2,5 g por 10 cm2 de superficie cutánea a analgesiar.
Tiempo de oclusión
El tiempo mínimo de aplicación es de 60 minutos. La analgesia puede ser mayor con un tiempo de aplicación superior de hasta 120 minutos. En piel lesionada, úlceras, dermatitis atópica o en pacientes con otras enfermedades dermatológicas, el tiempo de aplicación debe reducirse a 5-15 minutos.
Profundidad de la analgesia.
La máxima retención del anestésico se produce en el estrato córneo. El tejido celular subcutáneo no estaría bajo los efectos del anestésico local.
Contraindicaciones
- Hipersensibilidad a los anestésicos locales de tipo amida.
- Metahemoglobinemia congénita o idiopática.
- Porfiria.
- Niños menores de 3 meses, por tener reducida la actividad de la enzima NADH-deshidrogenasa y presentar mayor predisposición a desarrollar metahemoglobinemia.
- Niños entre 3 y 12 meses que reciban tratamiento con agentes inductores de metahemoglobinemia como sulfamidas, paracetamol o fenobarbital.
Precauciones especiales
Se debe ser cauteloso en la administración de EMLA en las siguientes circunstancias:
- No debe aplicarse sobre heridas abiertas, salvo que se trate de úlceras en extremidad inferior. En heridas contaminadas, la crema EMLA provoca una respuesta inflamatoria exagerada, predisponiendo por tanto al desarrollo de infecciones.
- En dermatitis atópica. La aplicación no debe exceder los 60 minutos, y se debe ser cauteloso cuando se desee el tratamiento de superficies cutáneas extensas.
- En pacientes con insuficiencia hepática grave, ancianos y enfermos debilitados. Se debe administrar con precaución por estar disminuido el metabolismo de la lidocaína y la prilocaína.
- Durante el embarazo y la lactancia. Se debe usar con precaución debido a que la lidocaína y la prilocaína atraviesan la barrera hematoplacentaria y se excretan por la leche, si bien el riesgo de efectos secundarios es mínimo debido a la baja absorción del fármaco.
- En deportistas. La crema EMLA contiene un componente que puede establecer un resultado analítico de control de dopaje como positivo.
Los efectos adversos son infrecuentes, siendo el riesgo de toxicidad muy bajo por encima de los 3 meses de edad, cuando se siguen la directrices básicas de aplicación del fármaco. Son comunes la reacciones locales transitorias en la zona de aplicación como palidez, eritema y edema, con enrojecimiento de la piel circundante en caso de aplicación prolongada. éstas no han de considerarse reacciones adversas, sino una consecuencia de los efectos circulatorios inducidos por el anestésico a nivel local.
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